domingo, 24 de noviembre de 2013


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Salve su empleo
Si le preocupa que lo despidan, el consuelo es que todo el mundo está preocupado. Pero si le encanta su trabajo, es momento de que luche por él. Siga estos consejos para que su empleo siga siendo suyo.
1. Atribúyase el mérito.
Pero no “camine por ahí con un gran anuncio luminoso que diga ‘soy genial’’’, aconseja Marie McIntyre, coach laboral. “Busque oportunidades que permitan que la gente sepa lo que está haciendo”.
2. Ofrézcase a hacer más trabajo.
Las compañías están haciendo recortes, así que alguien necesita realizar el trabajo extra. Hágalo con una sonrisa y será un empleado de ensueño.
3. Platique con su jefe y con el jefe de su jefe
Si están en el comedor, entable una conversación. Esté listo con una pregunta, por ejemplo: “acabo de leer sobre algo que está haciendo nuestro competidor. ¿Qué opinas al respecto?”.
4. No sea exigente.
Aunque los despidos son necesarios, también pueden servir de excusa para que las compañías despidan a gente de la que de todos modos querían deshacerse. ¿Por qué? El problema más frecuente es la actitud: las personas que son exigentes, difíciles o quejumbrosas, o que consumen demasiada energía de su gerente, son las primeras en irse. En resumidas cuentas: hágale más fácil el trabajo a su jefe, no más difícil.
5. No llegue tarde y quédese después de la hora de salida.
Esto es obvio y ya no es opcional. Haga notar su dedicación trabajando mucho. Además, deje de mandar mensajes de texto y de hacer llamadas personales durante horas de oficina.
6. No chismee sobre la compañía
Es tentador comparar opiniones con los compañeros de trabajo, pero obsesionarse con sus temores solo lo distraerá de su productividad.
7. Solidarícese con su jefe
Si siente que lo están marginando, hable con su jefe y averigüe cuáles son sus prioridades hoy en día.
Pregúntele a su jefe ¿Cuáles son sus mayores objetivos en este momento y como puedo ayudar?
8. No pida un aumento o un ascenso
Tenga paciencia y agradezca por ahora que tiene empleo.
9. ¡No se deje llevar por el pánico!
Aun podrá haber una manera de salvar su empleo si su jefe le dice que esta despedido.
“estas son las palabras que siempre se escuchan: ‘Mira, tenemos que dejarte ir, es una cuestión de números’’’, expresa Stephen Viscusi, autor del libro “bulletproof your job” quien sugiere negociar y ofrecer ganar un menor sueldo o trabajar menos días a la semana.
“si aun así dicen que no”, agrega, “les están matando la jugada, lo que permite recibir una mayor indemnización”. Esto se debe a que una compañía tiene problemas para explicar porque lo despidió, hay margen para que el trabajador demande por despido injustificado.
Fuente de información: periódico “EL NORTE”.



Un fuerte Abrazo.

Homero Garza
http://dinero.mybesthost.com/

sábado, 14 de febrero de 2009

¿Acaso Jesús Estaba Mintiendo?

Un hombre llamado Jesús dijo hace mas de dos mil años: "Ustedes harán milagros como éstos y mas grandes aún."

¿Pero por qué no haces milagros tú con tu propia vida? ¿Acaso él estaba mintiendo cuando dijo eso? ¿O será que nos hemos convertido en robots que tienen un cerebro valuado en millones de dólares y que rara vez llegan a usar más del 10% de su capacidad en toda su vida?

Porque si tenemos ese cerebro valuado en tanto dinero, sin mencionar tus dos ojos que son aparatos sumamente sofisticados y tus dos brazos, dos manos, dos piernas, un corazón, dos riñones y dos oídos y una garganta, una nariz, sin mencionar toda la red de arterias y músculos de nuestro cuerpo. ¿Has pensado alguna vez de donde proviene tu voz? ¿Por qué es tan diferente a la de los demás?

Si eres mujer tienes una voz suave y delicada, si eres hombre tienes la voz más y gruesa. Nuestra voz es intransferible, no se puede hacer un trasplante de voz, el habla es todo un "DON" que se nos dio a los humanos y que es totalmente menospreciado, es increíble que puedas producir ese sonido utilizando aire, tus cuerdas vocales, tu lengua y los pulmones y todo para poder comunicarte y cantar.


¡Somos toda una maravilla!


Entonces si somos una maravilla


¿Porque vivimos al día odiando nuestros trabajos ganando un sueldo que solo nos permite sobrevivir entre una quincena y otra?

¿Por qué vivimos relaciones que no nos satisfacen totalmente o inclusive nos dañan, son adictivas y degradan nuestra autoestima? ¿Por qué tenemos problemas de salud y de sobrepeso?

¿Por qué no podemos darles a nuestras familias todo lo que quisiéramos darles?

¿Porque sentimos que si no tenemos pareja somos inferiores a los demás o nos sentimos hechos a un lado, olvidados de Dios y sufrimos por no tener el amor que buscamos?

¿Porque no podemos viajar alrededor del mundo y visitar los lugares que más nos pasionan y tenemos que conformarnos con ver reportajes en la televisión?

Esto es porque vivimos manipulados por muchos factores, en primer lugar por la conciencia general de pobreza, en segundo lugar por nuestros gobiernos y en tercer lugar por las grandes corporaciones y los medios de comunicación, todos ellos se han convertido en nuestros dueños.

En la escuela nos educan para conseguir un empleo y conservarlo hasta que podamos jubilarnos, nunca nos enseñan cómo conseguir nuestra independencia económica, simplemente crean un esclavo más, un robot más que cuando comience a trabajar tendrá que pagar impuestos a sus gobernantes y lo que le quede de dinero sea para comprar todos los productos que la televisión le diga que necesita.

En segundo lugar vivimos manipulados por la conciencia social o la conciencia de pobreza, por ejemplo si le dices a tu papá que quieres ser millonario tal vez te responda: “si hijo, primero gradúate y confórmate con conseguir un empleo estable; además para qué quieres dinero, el dinero es la raíz de todos los males, el dinero te va a echar a perder y es muy difícil ganarlo, además las cosas están muy difíciles.”

Lo peor es que no solamente tu padre es quien piensa eso, haz una encuesta y pregúntales a todas las personas que puedas si creen que algún día llegues a ser rico y verás que la mayoría te va a decir que "no puedes".

Te dirán que es difícil o que es imposible. Incluso algunos te verán feo si les dices que quieres ser más que los demás o salir del montón, hasta te llamarán egoísta por querer tener más que la mayoría de la gente y te dirán ambicioso ¿Pero, reflexiona, no es más egoísta tener una vida de perro solo para seguir enriqueciendo a otros o soportar vivir con una persona que te maltrata y te daña psicológicamente?

Cuando por fin te das por vencido y observas todos tus sueños hacerse trizas, aceptas la conciencia general, te conviertes en un autómata y comienzas a creerte todas esas mentiras que la gente dice:

· *La economía está difícil.

· *Conserva tu trabajo hasta que te jubiles.

· *Eres egoísta y tonto si crees que algún día vas a ser rico.

· *Compra todos los productos que la tele te diga, porque así estás siendo feliz.

· *La vida es dura y ni modo hay que aguantarse.

· *Para triunfar hay que ser competitivos y pisar a quien puedas para poder ascender.

· *Dios no nos escucha o no tiene tiempo para concedernos favores; él está ocupado en cosas mas importantes que en arreglar mi vida.

· *El que nace para maceta no pasa del corredor.

Cada vez que te sientas atrapado, recuerda que eres una maravilla; considérate una fuerza de la naturaleza y pide guía al creador para cambiar tu vida; ayuda a los demás jóvenes a que salgan de esa conciencia de pobreza y a creer en sí mismos.

Yo creo en ti y sé que tú que estás leyendo este artículo, (tu nombre) tienes muchos sueños en lo profundo de tu corazón aunque mucho tiempo atrás alguien los haya pisoteado y tirado a la basura; recógelos nuevamente límpialos, púlelos y ponte a trabajar "Hombre de poca fe" tu sabes en el fondo de tu corazón que si tuvieras un poco mas de fe "Tan solo como un grano de mostaza" obrarías esos milagros de los que habló Jesús.




Un fuerte Abrazo.

Homero Garza
http://dinero.mybesthost.com/

viernes, 30 de enero de 2009

Salve su Empleo en tiempo de crisis

Salve su empleo

Si le preocupa que lo despidan, el consuelo es que todo el mundo está preocupado. Pero si le encanta su trabajo, es momento de que luche por él. Siga estos consejos para que su empleo siga siendo suyo.

1. Atribúyase el mérito.

Pero no “camine por ahí con un gran anuncio luminoso que diga ‘soy genial’’’, aconseja Marie McIntyre, coach laboral. “Busque oportunidades que permitan que la gente sepa lo que está haciendo”.

2. Ofrézcase a hacer más trabajo.

Las compañías están haciendo recortes, así que alguien necesita realizar el trabajo extra. Hágalo con una sonrisa y será un empleado de ensueño.

3. Platique con su jefe y con el jefe de su jefe

Si están en el comedor, entable una conversación. Esté listo con una pregunta, por ejemplo: “acabo de leer sobre algo que está haciendo nuestro competidor. ¿Qué opinas al respecto?”.

4. No sea exigente.

Aunque los despidos son necesarios, también pueden servir de excusa para que las compañías despidan a gente de la que de todos modos querían deshacerse. ¿Por qué? El problema más frecuente es la actitud: las personas que son exigentes, difíciles o quejumbrosas, o que consumen demasiada energía de su gerente, son las primeras en irse. En resumidas cuentas: hágale más fácil el trabajo a su jefe, no más difícil.

5. No llegue tarde y quédese después de la hora de salida.

Esto es obvio y ya no es opcional. Haga notar su dedicación trabajando mucho. Además, deje de mandar mensajes de texto y de hacer llamadas personales durante horas de oficina.

6. No chismee sobre la compañía

Es tentador comparar opiniones con los compañeros de trabajo, pero obsesionarse con sus temores solo lo distraerá de su productividad.

7. Solidarícese con su jefe

Si siente que lo están marginando, hable con su jefe y averigüe cuáles son sus prioridades hoy en día.

Pregúntele a su jefe ¿Cuáles son sus mayores objetivos en este momento y como puedo ayudar?

8. No pida un aumento o un ascenso

Tenga paciencia y agradezca por ahora que tiene empleo.

9. ¡No se deje llevar por el pánico!

Aun podrá haber una manera de salvar su empleo si su jefe le dice que esta despedido.

“estas son las palabras que siempre se escuchan: ‘Mira, tenemos que dejarte ir, es una cuestión de números’’’, expresa Stephen Viscusi, autor del libro “bulletproof your job” quien sugiere negociar y ofrecer ganar un menor sueldo o trabajar menos días a la semana.

“si aun así dicen que no”, agrega, “les están matando la jugada, lo que permite recibir una mayor indemnización”. Esto se debe a que una compañía tiene problemas para explicar porque lo despidió, hay margen para que el trabajador demande por despido injustificado.

Fuente de información: periódico “EL NORTE”.


Un fuerte Abrazo.

Homero Garza
http://dinero.mybesthost.com/

viernes, 9 de enero de 2009

Como ganar dinero en Internet

Por correo electronico me llego informacion sobre como ganar dinero por internet ya que estoy suscrito en el boletin de Javier y como no me gusta copiar contenido de otros les dejo la liga para que lo estudien y espero que se de utilidad.

Como Ganar Dinero en Internet.

Un fuerte Abrazo.

Homero Garza
http://dinero.mybesthost.com/

viernes, 19 de diciembre de 2008

5 Pasos para aumentar tus ventas

Ahora voy a mostrarte una manera de crear ventas inmediatamente. Esta forma puede eliminar gran parte del riesgo inherente a todo comienzo.

Estos son los pasos a seguir:

1) ¿Quién puede ayudarme?

Respuesta: gente que YA tiene listas!
· Busca sitios Web que apunten al mismo mercado que tú
· En ellos busca propietarios de boletines que tengan una gran lista de clientes y prospectos
· Llama al dueño y proponle una joint venture
· Si él está de acuerdo, envíale una carta de ventas que pueda enviar a su lista
Así consigues un trato. Y un equipo para ganar juntos.

2. ¿Qué tipo de acuerdo deberías proponer?

Pídele que recomiende tu producto. Hazle saber que le pagarás un porcentaje de cada venta que generen sus referidos.
El propietario del boletín enviará un e-mail a su lista de correos, recomendando tu producto.
Como sus clientes lo conocen y confían en él, la posibilidad de que acepten su recomendación es alta.
¿Lo ves? tú aprovechas su credibilidad para hacer más ventas que si estuvieras apuntando a listas de desconocidos.
Si tienes a otra gente para que envíe tu carta de ventas a sus clientes, el potencial de ganancias puede ser enorme.

3. ¿Cuánto dinero deberías ofrecerle?

La clave es hacer el trato muy atractivo para tu socio de joint venture.
¿Por qué no un 50%? Después de todo, probablemente podrías darle hasta el 100% de las ganancias.

4. ¿Pero si fuera así, qué ganarías con eso?

· Primeramente, el incremento de tus ventas más que compensará el costo de compartir la ganancia.
Al endosar tu oferta y poner en juego su credibilidad, tu socio de joint venture puede fácilmente generar ratios de respuesta del 5% al 20%. El dinero que ganarías podría ser tremendo.
· En segundo lugar, capitalizarás todo el tiempo, esfuerzo y dinero que él invirtió para construir su lista. ¡Es un gran trato!
· En tercer lugar, no sólo ganarás inmediatamente, sino que también sumarás nuevos clientes. ¡Tú te quedas con el 100% de las ganancias del seguimiento!
Tu ganancia puede estar en las ventas de back end. Tú necesitas construir tu lista. El dinero está en la lista.

5. ¿Cómo se puede saber cuáles ventas provienen de esta joint venture?

Puedes obtener gratis el software de rastreo. Pero ése es otro tema.
¿Así que, cuáles son los principales beneficios de una joint venture?
· No cuesta un centavo
· La recomendación de un tercero puede hacer cerrar las ventas en un suspiro
· El potencial de crecimiento es explosivo
· Puedes hacer tratos como éste para construir una lista propia en una fracción del tiempo que normalmente toma.

¿Suficiente como para considerarlo?

Un fuerte Abrazo.

Homero Garza
http://dinero.mybesthost.com/

lunes, 15 de diciembre de 2008

El Manuscrito de los 6 poderes

El Manuscrito de los 6 poderes
De un autor desconocido

Mi experiencia de vida me ha enseñado que existe un secreto para el éxito; éxito tanto en el plano material como en el ámbito de bien-estar interior. El secreto está reservado a aquellos que tienen la sabiduría de aceptarlo o, que lo poseen naturalmente.

Como el número de mis días sobre esta tierra está contado, he decidido legar, a las generaciones que me seguirán, el saber que poseo, sea cual sea su forma de expresión.
No me excusaré por mis maneras, mis palabras o mi falta de talento literario, éste último ¡habla por sí mismo!. Mis herramientas habituales eran mucho más pesadas que una pluma y, para acabar de ajustar, el peso de los años se siente en mis manos y en mi cerebro; de modo que, mientras pueda, les relataré los hechos, y lo que, a mi juicio es lo más importante. ¿Por qué es importante? ¿Cómo alterar la balanza sin dañar el fruto? ¿Cómo nutrirse de él?
Puedo encontrar las circunstancias precisas en mi camino de vida. En un hombre de mi edad, los recuerdos de su infancia son más frecuentes que los de sus percepciones más recientes. Lo importante no es, pues, cómo voy a expresarme, sino la idea que expreso, suponiendo que ella sea valiosa y les aporte una ayuda significativa.
Mucho tiempo le di vueltas en mi cabeza a la cuestión de saber cómo entregarles esta receta del éxito que me ha sido dada descubrir. Lo mejor será sin duda entregárselas tal y como ella me fue revelada. Esto quiere decir, que está en relación con la historia de mi vida. Es como una receta de cocina cuyos ingredientes, el modo de preparación y la sazón del plato son fáciles de realizar.
Que así sea, y que los hombres nacidos después de que yo me haya ido, puedan bendecirme por haberles legado este secreto.

Año de 1742,
Testamento del autor.




No se enceguezcan de entusiasmo

Mi padre era un buen marinero que, muy tarde en su vida, se enroló en el oficio de cultivador. Se instaló en una plantación en la Colonia de Virginia. Algunos años más tarde, nací yo, en 1642. Hace ya 100 años de eso.
De hecho, mi padre hubiera hecho mejor si hubiera seguido los consejos de mi madre –quedarse en un trabajo para el que su formación lo había preparado-, pero él prefería cambiar el buen navío que poseía y del que era el capitán por la plantación de la que les hablé. Es lo que me trae el...

PRIMER PODER:
Debe uno dejar de enceguecerse por los argumentos de una ocasión que se presenta, y acordarse, en la ocasión, que un millón de magnificas promesas pesan nada, en relación con la posesión de una sola pieza de dinero.

Cuando tenía 10 años, el alma de mi madre toma su vuelo, y 2 años más tarde mi bien amado padre; la sigue. Como yo era su único hijo, quedé solo. Los amigos de mis padres me dieron cuidados, algún tiempo. De hecho, me ofrecieron un lugar bajo su techo: un beneficio que yo aproveché durante 5 meses. De los bienes de mis padres, nada quedó: -pero... con la experiencia de los años, comprendí mas tarde, que esos, sus amigos, que me acogieron algún tiempo, los habían defraudado- y que por consecuencia, me habían hecho daño.
Desde la edad de 12 años y hasta los 23 años, no les hablaré de mi vida, no serviría de nada a mi propósito. Pero poco tiempo después, teniendo en mi posesión, 16 guineas, que había economizado del fruto de mi trabajo, tomé un barco para Boston, en el que trabajé, a bordo, como carpintero, luego, como carpintero marino.
No obstante haber trabajado siempre en los navíos en el malecón, el mar no me era saludable.

La suerte no puede ser retenida más que por la fuerza

La suerte sonríe alguna vez incluso a los que se destinan a ser víctimas del carácter perverso. En todo caso fue así para mí. Conocí la prosperidad, y con sólo 27 años era ya el propietario de la empresa para la cual yo trabajaba anteriormente. La suerte es una amante que debe ser conquistada. Ella no se entrega a los indecisos. Es lo que debía asimilar como el...

SEGUNDO PODER:

La suerte es caprichosa, y no puede ser retenida sino por la fuerza. Trátala con dejadez, y ella te excluirá para preferir a otro más fuerte que tú (al menos conmigo, ella se comporta así, como muchas mujeres que conocí).

En ese momento, “Desastre” (que es uno de los heraldos de los espíritus indecisos y de las promesas no cumplidas) me vino a visitar. El fuego quemó todo mi taller, no dejando otra cosa que deudas y, no tenía yo la menor pieza para liberarme de ellas.
Ensayaba yo: negociar con mis acreedores, pedir ayuda a mis amistades, tratar de volver a partir de cero, pero nada logré. El fuego había, parece ser, no sólo consumido mis bienes, sino también la simpatía que por mí se tenía. Así, en poco tiempo, no solamente había perdido todo, sino que tenía también deudas con mis proveedores, y ellos me hicieron poner, por tal razón, en prisión.
1 (NA) Este apartado está hecho para los más profundos. Escucha bien: “En silencio me preguntaba, ¿Cómo salir de tal repetición?, De esa repetición del ser victima del carácter perverso, misma del momento en que, al mis padres partir, quedase yo, solo, a manos de los “amigos”. Se los diré.

El infortunio no existe sino en la tumba

Hubiera sin duda podido salir adelante, pero esta última indignidad; la prisión, me desmorona y me entrega al resentimiento. Al cabo de un año me dejan en libertad, pero ya no era yo, el mismo hombre optimista, feliz, contento de su suerte, confiado en las gentes y del mundo entero; que había sido.
La vida tiene muchos caminos, y de lejos se ve que, la mayoría de entre ellos llevan hacia abajo. Cualquiera que sea su inclinación, ellos llevan al mismo lugar: el infortunio. Lo que me lleva al...

TERCER PODER:

El infortunio no existe sino en la tumba. El hombre cuando está vivo no es infortunado. Puede siempre hacer marcha atrás y retomar la cuesta. Y hay siempre una inclinación más fácil para ascender (aunque algunas veces más larga) y más adaptada a la situación.

Tus compañeros te influencian sin que tú lo sepas

Como yo era un buen carpintero, encontré rápidamente empleo y con un buen salario, pero como había degustado los frutos de la opulencia, la insatisfacción se apoderó de mí. Me volví deprimido y amargado. Para consolarme, y olvidar todo lo que había perdido, pasaba mis tardes en la taberna. No es que bebiese mucho alcohol, salvo en cada ocasión, (ocasiones que se presentaban seguido) y lo suficiente para tornarme alegre, ¡qué yo pudiese reír!, ¡Charlar y cantar con mis compañeros de infortunio! : y esto me lleva al...

CUARTO PODER:

Busca mejor la compañía de los industriosos, pues los otros debilitarán tus energías.

Con el más mínimo pretexto, me era placentero contar, la triste historia de todos los desastres que se habían abatido sobre mí, y decir las pestes que pendían de aquellos que me habían abandonado en lugar de socorrerme.
Peor aún, encontraba un placer pueril en robar a mi empleador, cada día, algunos momentos de mi tiempo de trabajo. Siendo esto, en mi opinión, mucho más deshonesto que un simple robo.
Esta costumbre se acrecentó tanto que llegó el día en que me desperté sin trabajo y sin ganas de trabajar... lo que significó que me fue, en lo sucesivo, imposible encontrar trabajo, después del empleador de Boston.

En efecto, puedes estar enfermo de tu imaginación

Era en ese entonces cuando yo me consideraba un fracaso ambulante. Era como si fuera un caminante que, descendía una cuesta, montaña abajo, tropezando. Más que tropezar, el caminante rodaba y tomaba velocidad.
También entendí este estado, descrito con el nombre de Ismaelita, quien es, parece ser, alguien que quería al mundo entero, y quien creía que todo el mundo lo quería a él. He aquí entonces el...

QUINTO PODER:

Un Ismaelita y un leproso sufren del mismo mal a los ojos de los otros, pues ambos son abominaciones en opinión de la mayor parte de los mortales –aunque hay grandes diferencia entre los dos: el primero puede reencontrar una salud perfecta. El primero se torna enfermo como efecto de su imaginación; el segundo tiene el veneno en su sangre.

No voy a detenerme en la lenta degeneración de mis energías. Nunca es bueno detenerse en sus infortunios (Aunque sea bueno acordarse para dejar la lección). Me bastará decir que llegó el día en que no tenía un céntimo con que comprar ni un plato de comida, ni mi alojamiento, ni con qué vestirme.
Estaba pobre, me procuraba de tiempo en tiempo algunos peniques o incluso chelines, pero rostro, cuerpo y espíritu, demacrados y reducidos al estado de esqueleto.
Mi estado era tan deplorable –no solamente por mi cuerpo- que, no era que pareciera, sino que era un enfermo al borde de la muerte, pero; más por mi espíritu que por otra cosa. Me imaginaba victima de ostracismo2 por el mundo entero hasta que, visiblemente, había caído bien abajo. He aquí la…
2 (NT) Entre los antiguos griegos, destierro político. Exclusión voluntaria o forzosa de los oficios públicos a la cual suelen dar ocasión los trastornos políticos. (VOX diccionario manual ilustrado de la lengua española, Barcelona 1954, 1981ed. Página 804).

SEXTA Y ÚLTIMA LECCIÓN a aprender (lección que no puede ser expresada en una frase, ni siquiera en un párrafo, pero que debe ser adoptada a partir del fin de esta historia):

Estamos habitados por dos entidades

Recuerdo bien, las circunstancias en las cuales estaba. Me despertaba a media noche.
Mi lecho era una pila de tablas provenientes de un taller donde había yo3 trabajado. El techo estaba hecho de con un tonel. La noche era fría, y estaba congelado aunque, paradójicamente, hubiese soñado con lumbre y calor, y con la dilucidación4 de buenas cosas.
Pueden decir, cuando les relate el efecto que mi visión tuvo sobre mí, que yo deliraba.
Si fue así, espero que muchos de mis lectores hayan de delirar también, de la misma manera que yo, y es esta la razón por la que me lancé a la escritura de mi historia. Es el sueño que me dejó en la creencia... –de hecho, no en el conocimiento- de que yo estaba poseído por dos identidades: y era la mejor de mis dos entidades la que me ofrece la ayuda que yo había buscado, en vano, cerca de mis amistades. Escuché describir este estado, como de un “desdoblamiento”. Pero..., un doble no es más que la copia del original, y ello, no describe la situación que viví. Voy a dejar de filosofar... Para mí la filosofía es vana si no desemboca en resultados concretos.
Para acabar de ajustar5, no es el sueño mismo el que tuvo efecto en mí. Es la impresión que me dejó, y la influencia que ejerció sobre mí, lo que me liberó de mis grilletes. En otros términos, yo estimulaba mi otra identidad. Después de haber afrontado una tormenta de viento y nieve, vi a través de una ventana mi otra identidad. Él tenía buena apariencia y respiraba salud. Ante él, brillaban las fogatas.
Emanaba de él, el poder y la fuerza. Él era musculoso tanto física como mentalmente. Yo llamé tímidamente a la puerta, y él me dijo: Entra. Pude leer una especie de sonrisa, como de burla, en sus ojos, mientras me alcanzaba una silla para sentarme ante el fuego. Pero no pronunció ni una palabra de bienvenida y, luego de haberme calentado volví atormentado a mi refugio, martirizado por la vergüenza que el contraste entre nosotros, había despertado.

3 (NA) las tablas, quizá el modo de no olvidar mis posibilidades, pero ¡A qué precio!.
4 (NT) dilucidar: explicar, aclarar. Vox, op cit. pg. 419. Elucidación, esclarecimiento, sería el término, pero quiero dejar el texto tal cual, pues tiene términos del francés antiguo, hecho que dice de la antigüedad del mismo.
5 (NT) De surcroît. El término no existe en los diccionarios actuales, pero “croître: Agravarse y sur: Sobre”, da la idea de “para acabar de ajustar”, como decimos en español, cuando las cosas están en sobreabundancia de perplejidades.

Había una presencia conmigo, invisible para los demás

Es entonces, cuando me desperté; y he aquí la parte sorprendente de mi relato: Al despertarme, no estaba solo. Había una Presencia conmigo; invisible para los otros, como me daba cuenta, por lo que sigue, pero que era real para mí.
La Presencia se me parecía, pero así mismo tenía resplandecientes diferencias. Su frente, más alta que la mía, le hacía parecer, así mismo, inflexible y pleno. Los ojos, claros, directos, determinados, brillaban de entusiasmo y de resolución. Los labios, el mentón, de hecho todo el rostro, eran dueños de sí y decididos.
La Presencia era calma, resuelta, y segura de sí. Yo me encorvaba, lleno de temblor, nervioso, angustiado, inquieto con la más mínima sombra. Cuando la Presencia dio media vuelta, la seguí, y no la perdí de vista toda una jornada, salvo en los cortos instantes en que yo no osaba franquear la puerta por donde la Presencia atravesaba. En esos casos yo esperaba con impaciencia y un respeto mezclado con temor, que él volviera a salir, no pudiendo impedirme admirar su temeridad, (¡se me parecía totalmente!, Pero y a la vez, ¡era tan diferente!) Pues atravesaba sin dificultad los lugares por los que mis propios pasos no osaban llevarme.
Pareciera que fuera designado a ir por los lugares y ante las gentes que me habían hecho lo peor: oficinas con las cuales otrora había hecho transacciones, hombres de negocios con los cuales había pactado.
A lo largo de toda una jornada yo había seguido a la Presencia, y en la noche, lo vi desaparecer tras la puerta de una hostelería famosa por sus caros costos y su confort. Retornaba yo a mi tonel y a mis tablas. Esa noche no encontré a mi Mejor Yo (así es como yo lo nombraba) en mis sueños, pero al despertarme, por suerte él estaba a mi lado, con su sonrisa calma, de gentil burla en los labios, sonrisa que no era ni de piedad ni de condescendencia. Esa sonrisa me golpea de nuevo.
El día siguiente no fue distinto que el primero, una repetición del precedente, y debía yo, aún, esperar afuera, mientras que la Presencia estaba en los lugares donde yo hubiera estado si hubiera tenido el coraje de ir allí. Es el miedo lo que separa de su cuerpo al alma de un hombre y lo torna despreciable. Numerosas veces, traté de deshacerme de todo eso, hablando, pero las palabras quedaban bloqueadas en mi garganta, ininteligibles: y el día terminaba como el anterior.

Me armo de coraje para hablarle a la Presencia

Así fue durante muchos días, uno detrás del otro, hasta que cesé de contarlos. Poco a poco me di cuenta de que esta asociación constante con la Presencia tenía en mí efectos. Una noche que me desvelaba la Presencia a mi lado, tuve el coraje de hablarle, claro que, con timidez...
“¿Quién eres tú?” Le pregunté, y yo sobresaltado, me levantaba, ante el sonido de mi propia voz. La cosa parecía dar placer a mi compañero que, me respondía con, me parecía a mí, me nos burla que antes.
“Yo soy quien yo soy” fue la respuesta. “Yo soy aquel que tú has sido; yo soy aquel que tú puedes ser aún; ¿de dónde viene tu duda? Yo soy aquel que tú has sido, y que abandonaste prefiriendo otra compañía. Soy el hombre hecho a la imagen de Dios, que, antaño, poseía tu cuerpo. Era el tiempo en que habitábamos juntos, no en armonía, pues no es posible, ni unificados, pues esto es imposible, pero como los copropietarios que raramente se pelean por tenerlo todo para ellos.
Luego te convertiste en un achacoso, egoísta y exigente, como no podías tenerme más, me separé de ti. Hay una entidad “positiva” y una entidad “negativa” en cada ser humano nacido sobre la tierra. Aquella que es favorecida por la encarnación, domina: la otro termina por abandonar, temporalmente o, hasta siempre. Yo poseo todo lo que quiero.
Nada es tuyo. Este cuerpo que habitamos los dos es mío, pero es impuro y por lo tanto no puedo habitarlo. Límpialo, y tomaré de nuevo posesión”.
“¿Por qué me persigues?” Pregunté enseguida a la Presencia.
“Eres tú quien me persigue, y no a la inversa. Tú puedes existir sin mí durante algún tiempo, pero tu camino tornara sobre sus pasos, y su fin es la muerte.
Ahora que te aproximas a la muerte, te preguntas si había tiempo de limpiar tu cuerpo de nuevo y de invitarme. Descarta la voluntad e inteligencia de ese cuerpo, y podré tomar posesión. Es la condición indispensable”

“Todo es posible a la entidad positiva de un hombre”

“Mi cerebro ha perdido todo poder” murmuré yo. “Mi voluntad está débil. ¿Puedes tú reparar todo eso?”
“¡Escucha!” Dijo la Presencia, y se estiraba mientras yo me encorvaba a sus pies.
“TODO es posible a la entidad positiva de un hombre. El mundo le pertenece. Es su propiedad. Ella no tiene miedo de nada, no fuerza nada, no se detiene ante nada. Ella no demanda privilegio alguno, pero los obtiene. No domina y no sabe retroceder. Sus demandas son órdenes; la oposición, funde a quien le dirige la palabra; ella levanta montañas, cubre los valles, y viaja al lugar donde el infortunio no existe.”
Enseguida me dormí de nuevo, y, cuando me desperté, estaba en un mundo diferente.
El sol brillaba y yo, escuchaba los pájaros cantar por encima de mi cabeza. Mi cuerpo, ayer aún tembloroso e incierto, estaba vigoroso y lleno de energía. Yo miraba mi lecho de tablas y mi tonel con una divertida perplejidad, como si los viera por primera vez, reconociendo el abrigo que ellos me habían deparado en las noches, no obstante.

El ayer pasó, el hoy es mío

Los acontecimientos de la noche revivieron mi espíritu, y buscaba la Presencia. No estaba más visible, pero descubrí, agazapado en una esquina de mi refugio, achacosa, deformada, desfigurada incluso, esfumada y desecha, mi entidad negativa. Supe que mi entidad positiva había tomado de nuevo posesión de mi cuerpo y consideraba al otro con burla y desprecio.
Pero no tenía tiempo para detenerme sobre su suerte. Tenía que hacer – mucho que hacer-. ¡Raro que no haya pensado en el día anterior!. Pero el ayer era el pasado, el hoy era mío, y apenas comenzada.
Como era mi costumbre, anteriormente, yo dirigía mis pasos hacia la taberna. Saludé a todo el que entraba, sonreía a los saludos que retornaban.
Los hombres que me habían ignorado durante meses me saludaron con afecto al pasar. Me dirigí hacia el baño, luego, hacia la mesa del desayuno; enseguida, cuando pasé ante el mostrador, dije al propietario:
“Quiero ocupar la misma pieza que tenía antes si, por suerte, está disponible. En caso contrario, no importa qué otra ocupe, mientras desocupan mi pieza”

Me puse a trabajar sin formular pregunta alguna

Luego, salí y me fui hacia arriba, hacia el lugar que me correspondía en el taller. En la construcción había un gran remolque que los hombres cargaban con toneles para botar. No formulé pregunta alguna, pasaba toneles a los hombres que los apilaban.
Cuando se terminó, esta tarea, entré en el taller. Había un banco libre. Me di cuenta de las cosas allí apiladas. Era el mismo banco en el que otra vez había yo, trabajado.
Arremangué mi camisa y quité los objetos que obstaculizaban para el trabajo. Un momento más tarde estaba cepillando y tallando.
Había terminado, hacía ya más de una hora, cuando el contramaestre entró en la pieza, y se detuvo, sorprendido de verme ahí. Había ya un bella pila de pedazos de madera perfectamente cepillados y ajustados, pues en ese tiempo yo era un excelente carpintero: de hecho, no había otro mejor, pero, ¡OH! la edad me ha quitado ese privilegio. Respondí a su muda pregunta con esta corta pero explícita frase:

“Estoy de retorno al trabajo, Señor”

Él menea la cabeza y pasa a los otros bancos, examinando el trabajo de mis colegas, sin prestarme atención.

Cualquiera sea el bien que desees, es vuestro

He aquí el SEXTO Y ÚLTIMO PODER A APRENDER, a pesar de todo lo que haya para decir: a partir de ese momento fui un hombre que todo lograba, que pronto fue nuevamente propietario de un taller, y luego, de todos los bienes que un hombre desea poseer.
Ruego porque ustedes, que leen este relato, sigan estas reglas y todo lo que ellas implican, pues de ellas depende todo logro y todo lo que los logros impliquen:

Cualquiera que sea el bien que desees, es tuyo. No tienes sino que tender la mano y tomarlo.
Enseña que la conciencia del poder infinito que está en ti, toma posesión de todo lo que esté a tu alcance.
No tengas miedo alguno, en ninguna forma que se dé, pues el miedo es una característica de la entidad-negativa.
Si tienes un talento, un oficio, ejecútalo; el mundo debe sacarle provecho y también tú.
Haz de tu entidad-positiva un compañero de tus días y tus noches. Si tienes en cuenta sus opiniones, no te engañarás.
Recuerda, la filosofía es un conjunto de argumentos; el mundo, que es tuyo, es una acumulación de hechos.

No pidas a nadie permiso de obrar

Ve entonces, y haz lo que hay en ti: no tengas cuidado de los actos que te tornan diferente:

No pidas, a nadie, permiso para obrar.

La entidad negativa recauda favores: la entidad positiva los concede.
La suerte espera cada uno de tus pasos: tómala, pliégate a sus deseos, guárdala, pues ella es tuya, ella te fue destinada.
Comienza desde ahora, con estos preceptos presentes en vuestra memoria.
Extiende la mano y toma lo mejor, lo que quizá nunca has utilizado, salvo en raras ocasiones, y de urgencia. La vida es una situación de urgencia permanente.

Ella no espera sino una señal tuya

Tu entidad positiva está a tu lado desde ahora; vacía tu mente, límpiala de pensamientos negativos, y despierta tu ingenio. Ella tomará posesión de ti. Ella no espera sino un signo tuyo.
Ponte en marcha esta noche; sal desde ahora a tu nuevo camino. Mantén siempre cuidado. Que sea tu entidad positiva la que te controla, la otra entidad va sin rumbo alrededor de ti: pon atención de no dejarla entrar más en ti, si lo hiciese no sería más que por un momento.
Mi tarea está cumplida. Escribí la receta del “éxito”. Bien seguida, no puede fallar. Incluso si no comprendes perfectamente mi propósito, tu entidad positiva compensara la falta y te dará la respuesta. Es suficiente con leer y releer esta historia.
Confío a mi entidad positiva el cuidado de transmitir, a las generaciones que me seguirán, el secreto de lo positivo, lo que puede transformar todo: –el secreto para utilizar el potencial ilimitado que está en ti, desde ahora y por siempre.

Un fuerte Abrazo.

Homero Garza
http://ultram.mybesthost.com/

domingo, 7 de diciembre de 2008

Los Siete Hábitos De La Gente Realmente Efectiva

Los Siete Hábitos De La
Gente Altamente Efectiva

Stephen Covey
(Resumen)

Primer Hábito:
Ser proactivo.

La proactividad se refiere a que ante cada estímulo del medio ambiente tenemos la habilidad de decidir la respuesta que queremos dar, esto quiere decir que no somos esclavos de las acciones que sobre nosotros se efectúan, sino libres ejecutores de nuestra conducta. Un ejemplo práctico en nuestra vida es el de un chofer de un automóvil que nos grita una obscenidad o nos toca con insistencia la corneta. En este caso nuestra respuesta puede variar desde tomar un arma y dispararle para luego sufrir las consecuencias legales de nuestra conducta hasta simplemente ignorarlo y no dejar que altere nuestra tranquilidad. Lo importante es que la decisión es nuestra, que somos los responsables de nuestra conducta.

Segundo Hábito:
Empiece con un fin en mente


Este hábito consiste en que nuestra conducta no la debe regir el capricho ni el azar, debemos tener objetivos precisos a los cuales acercarnos: Un título universitario, comprar una casa o un carro, mantener una relación armoniosa con nuestros familiares y compañeros de trabajo. Cada vez que tomemos una decisión importante debemos decidir si ésta nos acerca o nos aleja de nuestros objetivos.

Tercer Hábito:
Establezca primero lo primero

El capitulo comienza un una frase del sabio alemán Goethe: " Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos". Consiste en distribuir nuestro tiempo sobre la base de prioridades: El autor describe un método de organizar el tiempo sobre la base de cuatro cuadrantes en los cuales coloca las actividades: urgentes, no urgentes, importantes y no importantes.

Cuarto Hábito:
Pensar en Ganar-Ganar

Este hábito indica que nuestras interacciones
con otros seres humanos siempre deben ser de mutuo beneficio, que no existe otra opción.
Nuestra relación con un cliente debe ser ganarganar, si yo gano y mi cliente pierde, pierdo al cliente. No existe otra opción, aunque a corto plazo otros tipos de relaciones resulten en ganancias inmediatas, a largo plazo vemos que son ineficaces y perjudiciales para ambas partes. El autor explica que si después de razonar con nuestro interlocutor no logramos un acuerdo ganar-ganar, nos queda la opción de "no hay trato".

Quinto Hábito:
Procure primero comprender y
después ser comprendido

Este hábito trata de ponerse primero en el lugar del otro, de ver las cosas desde su punto de vista. Se basa en el refrán popular de " Todo es del color del cristal con que se mire". Es quizás el más difícil de practicar, casi siempre pasamos más tiempo hablando que escuchando y creemos que las cosas sólo pueden ser de la manera en que nosotros las vemos.

Sexto Hábito:
La sinergia

Algunas metas las podemos lograr solos, pero las empresas grandes sólo las podemos lograr con trabajo en equipo. Proyectos como la llegada del hombre a la Luna o la fabricación de la Bomba Atómica son el resultado del trabajo sinérgico.

Séptimo Hábito:
Afile la Sierra


Este capítulo comienza con la historia de un leñador que se encuentra tan inmerso en su trabajo de derribar árboles que olvida que dedicar unos minutos a afilar su sierra le haría ahorrar muchas horas de esfuerzo. Aplicado a nuestra vida afilar la sierra se refiere a dedicar un breve espacio de nuestra vida a mejorar nuestras condiciones físicas e intelectuales mediante el ejercicio físico y el estudio.
Te recomiendo adquieras el libro para ampliar mas la informacion, este resumen es solo para que te des una idea sobre el libro y veas que si vale la pena comprarlo.
Un fuerte Abrazo.
Homero Garza